Vivimos en una época donde alimentarse no sólo es una necesidad básica que nos compete como seres vivos, sino que está sujeta a una serie de factores que tienen que ver con lo estético, con nuevas perspectivas nutricionales, el afán de la industria alimentaria por vender uno que otro producto y las innumerables opciones para que nuestro paladar se vea deleitado constantemente y sin hacer reparos en lo verdaderamente sano. No soy nutricionista, pero quedaba impresionado cuando a la gente se le comenta que consumiendo batidos, que son casi líquidos, podemos mantener una homeostasis (equilibrio) adecuada ya que no necesitamos de más aporte que el nos ofrecen dichos preparados atiborrados de, teóricamente, todo lo que nuestro cuerpo necesita día a día. Cosa curiosa cuando abrimos la boca y vemos que tenemos dientes para masticar, cortar, desgarrar y triturar. Probablemente en un futuro, las generaciones siguientes nazcan con menos piezas dentales al no tener que engullir grandes trozos de carne o semillas o frutos que requieran de nuestra habilidad de desgarrar o cortar. Eso el tiempo lo dirá. No obstante se sabe que mientras más masticamos, más enzimas liberamos y mejor digerimos. Esto nos produce una sensación de saciedad que autoregula nuestro apetito y nos ayuda a mantener un peso equilibrado. Observemos que la gente de las grandes ciudades come rápido y presentan un gran porcentaje de obesos. Más aún, pensemos en que si consumimos un suplemento que tiene vitaminas, minerales y fibra; por más enriquecido que esté, no podrá reemplazar al acto sublime de comerse una manzana jugosa, ya que un alimento fresco, además de estimular las enzimas digestivas como ya comentaba, nos aporte nutrientes y sustancias únicos que tienen actividad bioquímica pura, es decir, que producen un efecto directo en tu organismo. Esta reflexión no quita que siempre nos deleitemos con un buen plato, de esos que estimulan nuestro paladar, así no sea un alimento de los que vienen en las guías nutricionales. Alimentarse es también parte de nuestra cultura, de cómo nos sentimos, con quien comemos, en qué lugar; en resumen, es un acto más que básico, es cultural, social, complejo y nunca dejará de sorprendernos ¡¡¡
